El Ministerio de Trabajo de la Nación emitió una resolución que anula por fraudulentas las elecciones que se realizaron en la refinería Shell de Dock Sud, Avellaneda, en noviembre de 2012, en las que se impugnó a la Lista Naranja. Al respecto, Gustavo Michel, uno de los nueve despedidos por la empresa por haber integrado una lista opositora, afirmó: “Gracias a la lucha logramos que se anulen las elecciones truchas que impulsó el dirigente del sindicato petrolero y diputado nacional por el massismo, Alberto Roberti. Se ratifica lo que venimos denunciando en las calles y en los medios de comunicación, que en la multinacional Shell se viola la más elemental democracia sindical”.Y agregó: “Tiempo después de impugnarnos la lista ilegalmente, y previo a un nuevo acto eleccionario, la petrolera liderada por el empresario Juan José Aranguren- despide en acuerdo con el sindicato a los principales referentes opositores, a Fernando Luna y a mí, junto a activistas como Analía Portillo y otros trabajadores. Una muestra más de la censura y la falta de libertad sindical que reina en este emporio multimillonario. También, producto de la lucha, conseguimos la reinstalación de Portillo y Luna y seguimos exigiendo que Shell cumpla con la cautelar que obliga a la empresa a reincorporarme, y que ésta no cumple, violando la ley”. La resolución del Ministerio de Trabajo rechaza el recurso jerárquico y afirma que “el proce- dimiento seguido al suspender en la afiliación a los postulantes de la Lista Naranja fue irregular; que la entidad rechazó la oficialización de las candidaturas en forma genérica, al decir que estaban imposibilitados para postularse como delegados del personal sin acompañar prueba alguna que acredite sus dichos”. En pleno auge del conflicto con los operarios despedidos, la Cámara Laboral señaló que los operarios habían sido despojados de su empleo por persecución política. Además, en su momento, adquirió tal notoriedad que un importante número de diputados nacionales expresaron en un proyecto de resolución su preocupación y condena de los despidos discriminatorios instando al cese de los mismos y reinstalación de los mismos. Alberto Roberti fue uno de los que no firmó esa iniciativa. Los inconvenientes dentro de la petrolera no son nuevos. Porque detrás de los reclamos lo que sale a la superficie son las condiciones en las que los trabajadores realizan sus tareas.“Los riesgos de contaminación son altísimos. Ni el sindicato, ni de la empresa nos escuchan. Nos la pasamos denunciando, no porque nos guste denunciar, sino porque corre serio riesgo nuestra salud”, precisó Fernando Luna, uno de los operarios más antiguos de la fábrica. Además, señaló cuál es el rol del diputado massista en el conflicto: “Roberti no interviene porque es cómplice de la empresa. Cuando se formó una Comisión de Seguridad se preocupaban por detalles mínimos y no por nuestras verdaderas necesidades”.
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