martes, 18 de noviembre de 2014

Japón disuelve el Parlamento y convoca a elecciones anticipadas

Tres anuncios que cambiarán radicalmente la política y la economía de Japón en el corto plazo dio este martes el primer ministro de ese país, Shinzo Abe. El primero, que la esperada alza al 10 por ciento en el impuesto a la ventas se aplicará en abril de 2017, cuando estaba prevista para octubre de 2015. El segundo, que llamará a elecciones anticipadas para postular a un nuevo mandato a sólo dos años de haber asumido el cargo. Y el tercero, que disolverá el Parlamento japonés el 21 de noviembre. Las razones para dichos anuncios tienen el mismo origen: la revelación, este lunes, de que que el país entró en recesión técnica al contraerse un 1,6 por ciento anualizado su Producto Interior Bruto (PIB) durante el tercer trimestre del año. En rueda de prensa, el político conservador insistió este martes en el efecto negativo que ha tenido la subida del IVA del pasado abril -la primera que se ha llevado a cabo en el país en 17 años- sobre la economía japonesa. Las cifras muestran que los efectos de dicha subida en el impuesto a las ventas, a un 8 por ciento desde un 5 por ciento, están durando más tiempo del que se preveía. “Durante los últimos meses más de 40 expertos me han dado su opinión sobre el impacto que podría tener una nueva subida. Les he escuchado y con el objetivo de que ‘Abenomics’ (como son conocidas sus ambiciosas políticas económicas) tenga éxito, he retrasado su aplicación 18 meses”, señaló, citado por Efe.No hay necesidad de realizar elecciones generales sino hasta fines de 2016. Pero fuentes políticas afirman que Abe quiere asegurarse un mandato mientras sus índices de aprobación se mantienen relativamente altos y antes de tener que aplicar políticas impopulares el año próximo. El primer ministro japonés asumió el cargo en diciembre de 2012, con la promesa de reactivar la economía con una mezcla conocida como “Abenomics” que combina una política monetaria ultra laxa, gasto y reformas.
Asia, en peligro: La caída en recesión de la economía japonesa no es sólo una mala noticia para Japón, ya que aumenta la incertidumbre en China, donde el crecimiento está perdiendo fuerza, y para los 18 países de la eurozona, que crecieron apenas un 0,2 por ciento en el mismo trimestre. El revés podría golpear el crecimiento en Asia si las empresas japonesas evitan la inversión en el extranjero y los fabricantes y consumidores compran menos productos importados como piezas mecánicas, materia prima y comida. Las cifras de producto interno bruto mostraron una debilidad generalizada en la demanda de consumidores, industria manufacturera y constructoras. Muchos individuos y empresas gastaron dinero antes de la subida de impuestos sobre la venta en abril, del 5 al 8 por ciento, y el gasto ha languidecido desde entonces. “El impacto del impuesto sobre las ventas fue mucho más severo de lo previsto”, dijo a AP Junko Nishioka, economista en RBS Japan Securities.La inversión en vivienda cayó un 24 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras que la inversión de capital corporativo se redujo un 0,9 por ciento. El gasto del consumidor, que supone en torno a dos tercios de la economía, sólo repuntó un 0,4 por ciento.
Antecedentes: Japón está luchando por recuperar el impulso ante el declive y el envejecimiento de su población. Aparte de las automotrices, muchas de sus fabricantes han perdido su condición de vanguardia en la innovación, y trasladan su producción a lugares más baratos en el extranjero. Los ingresos de los hogares, por su parte, tuvieron su cénit hace más de una década, y cada vez más trabajadores tienen problemas para llegar a final de mes con trabajos a tiempo parcial como autónomos. Las subidas de sueldo, limitadas principalmente a un pequeño porcentaje de empleados en grandes empresas, han caído por debajo de la inflación.

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