lunes, 29 de febrero de 2016

EEUU: La ciudad que toma veneno de la canilla

En abril de 2014, los habitantes de Flint, una ciudad del estado de Michigan (Estados Unidos), empezaron a notar que el agua que salía por sus grifos tenía un olor desagradable y un sabor extraño. Preocupados, muchos de ellos avisaron a las autoridades locales, quienes aseguraban una y otra vez que el líquido era tratado apropiadamente y era apto para el consumo. Durante meses, los 100.000 residentes en esta población siguieron utilizando el agua que manaba por sus grifos ignorando que estaba envenenada. Estaba contaminada por plomo, un metal pesado altamente tóxico que se va acumulando en el organismo y que, por ejemplo, en adultos aumenta el riesgo de hipertensión arterial y de lesiones renales. Es especialmente perjudicial para los niños de corta edad, pues afecta al desarrollo del cerebro y del sistema nervioso, reduciendo el coeficiente intelectual, generando cambios de conducta y fomentando comportamientos antisociales. Se trata de un daño permanente e irreversible. Las autoridades locales cuando asumian cambiaron el suministro de agua a la ciudad desde el lago Huron (que les llegaba a través de la red de la mayor urbe del estado, Detroit) por el río Flint con la intención de ahorrar dinero.A principios de año, a petición de la nueva alcaldesa, Karen Weaver, y como una solución a corto plazo, se declaró el estado de emergencia en la ciudad y se empezó a distribuir agua embotellada y filtros entre la población.
Fuente:http://www.ecoavant.com/es/notices/2016/01/veneno-en-el-grifo-2503.php

No hay comentarios.:

Publicar un comentario