El ex Capitán del Ejército Argentino, Héctor Vergez, líder del Comando Libertadores de América, jefe de La Perla y del Batallón 601 de Inteligencia,cuentó sus crímenes y dice dónde están los desaparecidos del III Cuerpo: “Los pusieron en una máquina de moler piedras y los dejaron chiquitos como monedas”.Contó como organizó la represión en Córdoba cuando Luciano Benjamín Menéndez se hizo cargo del Tercer Cuerpo del Ejército en 1975. “Tuve una charla con Menéndez -cuenta-. Le dije que nos teníamos que preparar para la guerrilla, los policías del D2 (Departamento de Inteligencia de la Policía) eran unos pelotudos que no sabían torturar. Los policías sólo preguntan: ‘Dónde están las armas, dónde está la plata’. Así no logran nada. Entonces le dije: ‘Mi general, ¿por qué no me da Campo de la Ribera para llevar a los que seguro son guerrilleros? No tenemos que dejar ninguno vivo porque si no después vamos a terminar todos presos’”. También contó que le dijo a Menéndez que necesitaban autos, y que la mejor manera de conseguirlos era robándolos, “de caño”, y que así consiguieron unos 300.
Cuando Cebrero le preguntó qué hacían con los cuerpos de La Perla, la respuesta del genocida fue precisa: “Cuando se abrió La Perla yo le pedí a Menéndez que los que ejecutaron a los guerrilleros fueran los jefes y oficiales de la Guarnición Córdoba, muchos ni llegaron a juicio. Aceptó y dijo que él se pondría primero. Después fueron conformando equipos con distintos jefes.
WC -¿Cómo era el procedimiento?
HV -Había que hacer un pozo, llevar piedras...WC -Siempre se dijo que Menéndez participó del fusilamiento del sindicalista Tomás Di Toffino.
HV -No lo sé, porque eso fue después de que yo me fui. Habría que preguntarle a la hija, Silvia. Ella quiere saber dónde está el cuerpo de su padre y yo lo entiendo, yo sé dónde estáà yo sé dónde están los desaparecidos, ya lo dije...
WC -¿Dónde están?
HV -Eh... Cuando vinieron a destruir todas las pruebas, se los desenterró, vinieron oficiales y suboficiales de distintos lugares del país, que ni Menéndez sabe los nombres, no los sabe nadie. Desenterraron los cuerpos, alquilaron una máquina para moler piedras y los pasaron por ahí. Los dejaron chiquititos así como una moneda, es lo que me han contado a mí, me lo contó uno de los imputados, y la mitad los pusieron en la capa más profunda del terraplén donde empieza la ruta que va a La Rioja. Apenas pasa Villa de Soto y empieza La Rioja, en los primeros cien metros a la derecha.
Fuente: https://enredaccion.com.ar/hector-vergez-confesiones-de-un-capitan-indecente/
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