jueves, 4 de enero de 2018

Los cuerpos de los desaparecidos fueron triturados “en una máquina de moler piedras”

El ex Capitán del Ejército Argentino, Héctor Vergez, líder del Comando Libertadores de América, jefe de La Perla y del Batallón 601 de Inteligencia,cuentó sus crímenes y dice dónde están los desaparecidos del III Cuerpo: “Los pusieron en una máquina de moler piedras y los dejaron chiquitos como monedas”.Contó como organizó la represión en Córdoba cuando Luciano Benjamín Menéndez se hizo cargo del Tercer Cuerpo del Ejército en 1975. “Tuve una charla con Menéndez -cuenta-. Le dije que nos teníamos que preparar para la guerrilla, los policías del D2 (Departamento de Inteligencia de la Policía) eran unos pelotudos que no sabían torturar. Los policías sólo preguntan: ‘Dónde están las armas, dónde está la plata’. Así no logran nada. Entonces le dije: ‘Mi general, ¿por qué no me da Campo de la Ribera para llevar a los que seguro son guerrilleros? No tenemos que dejar ninguno vivo porque si no después vamos a terminar todos presos’”. También contó que le dijo a Menéndez que necesitaban autos, y que la mejor manera de conseguirlos era robándolos, “de caño”, y que así consiguieron unos 300.
Cuando Cebrero le preguntó qué hacían con los cuerpos de La Perla, la respuesta del genocida fue precisa: “Cuando se abrió La Perla yo le pedí a Menéndez que los que ejecutaron a los guerrilleros fueran los jefes y oficiales de la Guarnición Córdoba, muchos ni llegaron a juicio. Aceptó y dijo que él se pondría primero. Después fueron conformando equipos con distintos jefes.
WC -¿Cómo era el procedimiento?
HV -Había que hacer un pozo, llevar piedras...WC -Siempre se dijo que Menéndez participó del fusilamiento del sindicalista Tomás Di Toffino.
HV -No lo sé, porque eso fue después de que yo me fui. Habría que preguntarle a la hija, Silvia. Ella quiere saber dónde está el cuerpo de su padre y yo lo entiendo, yo sé dónde estáà yo sé dónde están los desaparecidos, ya lo dije...
WC -¿Dónde están?
HV -Eh... Cuando vinieron a destruir todas las pruebas, se los desenterró, vinieron oficiales y suboficiales de distintos lugares del país, que ni Menéndez sabe los nombres, no los sabe nadie. Desenterraron los cuerpos, alquilaron una máquina para moler piedras y los pasaron por ahí. Los dejaron chiquititos así como una moneda, es lo que me han contado a mí, me lo contó uno de los imputados, y la mitad los pusieron en la capa más profunda del terraplén donde empieza la ruta que va a La Rioja. Apenas pasa Villa de Soto y empieza La Rioja, en los primeros cien metros a la derecha.
Fuente: https://enredaccion.com.ar/hector-vergez-confesiones-de-un-capitan-indecente/

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