En el primer mes de Alejandro Vanoli en la presidencia del Banco Central se estabilizó la brecha cambiaria, bajó casi un 10% la cotización del dólar en el circuito clandestino y, después de un trimestre de caídas, las reservas internacional volvieron a crecer, gracias a que fue activado el swap de monedas con China. También hubo un desplome de hasta el 28% en el precio de las acciones, aunque el Merval -no la divisa estadounidense- sigue siendo la inversión más rentable del año. No obstante ello, en octubre la compra de moneda extranjera para tenencia personal alcanzó el récord de 446,34 millones de dólares, superando en más de 67 millones el nivel de septiembre, de acuerdo con lo informado el viernes por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Cada uno de estos datos, requiere una explicación. Digamos antes que los pronósticos agoreros de un dólar volando en torno a los 18/19 pesos no se han cumplido. Hay un equilibrio, precario, pero equilibrio al fin que permite mirar el futuro inmediato con más optimismo mientras esperamos que no llegan malas noticias del extranjero (¡ay Griesa!). Así las cosas, el arranque de la gestión de Vanoli, un economista absolutamente consustanciado con las ideas de Axel Kicillof, se ha caracterizado por tres líneas directrices:
* Cumplimiento estricto de las leyes vigentes de materia cambiaria. Por ello, se redoblaron los controles en la City, para que los agentes establecidos dejen de lucrar mediante cuevas, arbolitos y otras plagas. Esto constituyó una novedad respecto a su predecesor, Juan Carlos Fabrega, que hizo manga ancha con ciertas irregularidades y por ello perdió la confianza de Cristina. Como consecuencia, del renovado rigor vía inspecciones, en el circuito clandestino, la moneda estadounidense descendió 8,90% en los últimos treinta días. El llamado dólar bolsa perdió más, el 12%. El viernes cerró a 13,30 pesos. El Banco Central presiona a bancos, aseguradoras y otros grandes actores, además, para que se desprendan de activos dolarizados. Así, en el dólar llamado ‘contado con liquidación’ (un mecanismo paralegal para la fuga de divisas’) se ha estabilizado en una brecha con la cotización oficial que se mantiene en torno del 70 por ciento. Que Vanoli no está de bromas lo confirma la clausura de la casa de cambio América por distintas irregularidades.
* Trabajo sobre las expectativas públicas: Vanoli ha concedido varias entrevistas, se ha reunidos con banqueros, agentes de Bolsa, empresarios, inversores de Estados Unidos y hasta cooperativistas para dejar en claro, entre otras cosas, que no propicia una maxidevaluación como la de enero. El funcionario, en otras palabras, rompió el mutismo de la anterior gestión y optó por un perfil más alto en los medios, siempre en consonancia con el Ministerio de Economía.
* Continuidad financiera: Un informe de la consultora Abeceb.com firmado por su gerente de Desarrollo de Negocios, Juan Pablo Ronderos, evaluó que en el primer mes de gestión de Vanoli hubo continuidad en variables clave como las tasas de interés para la licitación de Lebac y Nobac (que son las utilizadas por el Banco Central para retirar pesos del mercado a través de sus venta a los bancos y de esta manera contener la inflación), así como en los tipos de cambio oficial y paralelo. La continuidad -añadimos nosotros- es una estrategia para recrear confianza y desalentar expectativas de devaluación, que sin embargo, siguen avivándose desde determinadas usinas ideológicas, adversas al modelo en vigencia. La autoridad monetaria, por otra parte, reguló por primera vez en más una década la tasa de interés bancaria. Forzó a las entidades -siempre rápidas para perjudicar al pequeño ahorrista- a mejorar el rendimiento que ofrecen en los plazos fijos, no puede ser menor hoy al 22% anual.
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