Antes de que acabara el recuento de los votos, el ministro principal de Escocia y líder independentista, Alex Salmond, artífice del plebiscito, había reconocido la derrota. “Gracias Escocia por los 1,6 millones de votos a favor de la independencia. La gente todavía se está expresando, pero sabemos que va a haber una mayoría para la campaña del ‘No’”, dijo ante simpatizantes de su Partido Nacionalista Escocés (SPN) en un centro de conferencias de Edimburgo.“Nuestro referéndum fue democrático y Escocia decidió que no quiere ser un país independiente. Llamo a todos los escoceses a aceptar el veredicto”, subrayó, después de que muchos partidarios del "Sí", sobre todo en Glasgow, pasaron la noche sin dormir esperando el resultado. Así como aceptó la derrota, Salmond recordó a los partidos británicos- conservadores, laboristas y liberal-demócratas- las promesas que hicieron durante la campaña ofreciendo un mayor autogobierno a Escocia si votaba “No”. “Espero que cumplan y lo hagan eficientemente”, sostuvo Salmond, quien instó a Londres a mantener el calendario para que antes del fin de la Legislatura –habrá elecciones generales en mayo de 2015- Escocia tenga el “autogobierno sin precedentes” que propusieron los británicos.
En respuesta a Salmond y a los votantes de Escocia, Cameron aseguró que "cumplirá".
Cameron recordó por qué autorizó el referéndum de Escocia: "Yo creo firmemente en el Reino Unido pero también soy un demócrata”. La apuesta fue arriesgada, pero finalmente salió bien.
El primer ministro británico tendrá que afrontar ahora nuevas dificultades puesto que deberá conseguir que el ala más conservadora de su partido le permita avanzar hacia un mayor autogobierno en Escocia.
Con un mensaje de esperanza y cambio, los partidarios de la independencia ilusionaron y movilizaron a los escoceses, pero el discurso del miedo a las consecuencias económicas y financieras de la separación expresado por los unionistas, especialmente en torno a la moneda, así como la inseguridad que supondría la exclusión de Escocia de la Unión Europea (UE), terminó calando más hondo.
"Mi corazón decía que sí, pero mi cabeza no", dijo a Télam Angela Vidler, propietaria de un hotel de Edimburgo, mientras esperaba nerviosa el veredicto de las urnas. La incertidumbre fue total en los días previos a la votación y durante las últimas horas.
Antes de saber el resultado final, Kevin Devlin, un taxista de la capital, aseguró: "Estoy decepcionado, aunque la gente que votó 'No' votó en un porcentaje muy elevado. Así es la democracia", reconoció.
Esta batalla se perdió pero no es el final. Para Kevin la situación en el Reino Unido puede empeorar si el partido euroescéptico UKIP avanza en las elecciones generales de 2015. "En diez años habrá otro referéndum en Escocia y en otras partes del Reino Unido", pronosticó.
Desde aquí desde Sudamérica la patria grande, sabemos que estos temas en los países desarrollados no se resuelven democráticamente, y ponemos el acento en que en nuestros países subdesarrollados y pedorros los cómputos de elecciones complicadas están en 3 horas más o menos, votar SI o No, ayer en el primer mundo y saber el resultado se tomo hasta hoy a la mañana, de eso no hay comentarios en la prensa hegemónica, en cambio se nota que se cuidan las formas y se insiste mucho en la aceptación del resultado, que así es el juego democrático, etc. ¿Que hacían los anglosajones en la ultima elección en Venezuela, le decían a la oposición que tenía que aceptar el juego democrático? y acá hablamos de la independencia no de elegir un candidato.Es la historia de los pueblos, no es fácil.Lo interesante es que ya no nos engañan completamente con las formas, hay historia, los métodos ya se usaron todos alguna vez.
Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201409/78700-escocia-referendum-independencia.html
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